martes, 29 de julio de 2008

Viaje entre tiempos II parte

La presencia del volcán

En la ruta bordeamos todo el tiempo el volcán Yates esa formación del pleistoceno tardío ha presentado en los tiempos históricos episodios de avalanchas entre 1896-1965 que costaron muchas vida en la zona. En nuestro paso por el sector lo encontramos dormido, silencioso, casi inofensivo pero esta allí esperando despertar, mientras es atravesado por una muy leve capa de cenizas del volcán Chaitén que se depositan en sus faldeos especialmente en la localidad de Yates, como si fuera una tentación a la distancia.


Estar en calma

En medio de este viaje aparece Llaguepe una localidad donde se respira calma, la gente del sector son colonos en el más estricta palabra. Aún no tienen luz en algunas casas y se quejan por las condiciones del camino. Se las arreglan como pueden para sobrevivir principalmente de la pesca y la agricultura. Aunque desde que se abrió el camino la entrada de turista, nuevos pobladores y la perspectiva para los más jóvenes de nuevos puestos laborales indican que pronto estos lugares sufrirán profundo cambios en su desarrollo social.


Sembrando en el agua

La vista siempre se encuentra con el Estuario del reloncavi. Este con una extensión de 60 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho presenta además de una gran belleza escénica no explotada lo suficiente para el turismo una serie de centros de cultivos acuícola que se dividen entre cultivos de salmones y la otra mitad de mitilidos.

Existe 29 centro de engorda de salmónidos que aunque han permitido generar en la comuna de Cochamó un importante mercado laboral han también producido problemas de sedimentación y los procesos productivos cierto grado de contaminación en zonas del estuario que es necesario remediar.

Respecto a los mitilidos la actividad de captación de semillas de chorito de Bancos naturales representa el 16,6% de la superficie total en el estuario lo que a futuro esta llamado a ser la fuerte verdadera de desarrollo en esta zona.


El final del viaje, la iniciación

El viaje termina en la rampa Puelche, donde ahí un restaurant y un negocio que esta ampliándose. Se ve un faro y el movimiento del trasbordador que tiene una frecuencia de una hora de movimiento de este punto hacia caleta la Arena.

Los recuerdos, imágenes, paisajes que se insertan en la mente, son como una iniciación, un desprendimiento, el encuentro entre tiempos, aquel donde no pertenece, aunque sesiente a la distancia y otro que va fugazmente en la urbe con el encanto de una pausa en el dormir consumista.

Investigación y foto: Wladimir Soto, antropologo, magister en ciencias sociales.