A mediodía en un entorno con un paisaje con vistas idílicas se comenzaron a destapar esta delicia al paladar en que se utilizaron cerca de 100 sacos de picorocos, 100 sacos de cholgas, 100 mallas de choritos, 50 sacos de piures, 50 mallas de almejas. 10 sacos de papas, 10 sacos de arvejas, 10 sacos de habas, 100 kilos de longanizas, 100 kilos de cerdo ahumado, 250 kilos de tomates, 250 kilos de cebollas, perejil, cilantro y sal, 5 mil milcaos, 5 mil chapaleles. Para los preparativos se ocuparon 4 camionadas de piedras, 2 camionadas de hojas de pangue y ramas, 3 camionadas de leña, 1 camionada de madera de orilla, 14 mil kilos de tepú. Con un gran numero de voluntarios en la preparación.
Cerca de 7 mil visitante entre turistas nacionales e internacionales llegaron a deleitarse con este delicioso plato sino también a escuchar un espectáculo con conjuntos folklóricos de distintas partes de Chile y puestos artesanales que rescataban la cultura de esta isla que nació un lejano 1603 y que sigue siendo un baluarte para el rescate y la preservación de la memoria austral.
Nota: Wladimir Soto, antropólogo